Como empezaba mi editorial en el programa del pasado jueves “la magna de Jerez resultó ser el gran descubrimiento para muchos visitantes que quedaron prendados del patrimonio, la historia y de la personalidad de la mayoría de imágenes de la Virgen que componen ese ramillete de diferentes autores que dejaron lo mejor de su obra en la ciudad del caballo. Pero eso lo sabemos los que conocemos sus cofradías y el sabor autentico que tienen sus dolorosas, todo el almíbar de una Semana Santa que no ha corrido a los brazos de las modas e imposiciones llegadas desde otras localidades para cambiar a su imagen mariana por otra más actual y en algunos casos de peor calidad” pero siempre manteniendo el sabor de Jerez. Aunque ellos presumen de ser una Semana Santa con mimbres sevillanos, ya que pertenecieron a su diócesis hasta los años ochenta, año en la que se funda la propia diócesis Jerez-Asidonia, han sabido mantener un estilo propio, diferentes formas de llevar los pasos y vivir en un ecosistema en el que Jerez y sus cofradías han sabido coexistir y mantener siempre el nivel de excelencia. Pero a ese nivel de excelencia se llegó gracias a la figura de numerosos mecenas, que con amor y entrega a su cofradía, compraron los palios y mantos que Sevilla y sus cofradías renovaron -con buen o mal acierto- en los felices años veinte, donde Juan Manuel Rodríguez Ojeda afrontaba la tercera y última reforma de lo que sería la Semana Santa de Sevilla que nos llega hasta nuestros días, La O, La Amargura, San Bernardo, no solo se vendieron los ricos bordados, La Macarena, la cofradía de San Gil también vende para la ciudad jerezana el antiguo misterio de la Sentencia de Cristo a la Hermandad de la Esperanza de la Yedra.
Vamos a centrarnos en el día grande que Jerez y el mundo cofrade vivió con tanta intensidad desde los traslados que precedían los días anteriores, como los que tuvieron lugar el mismo día de la Magna a partir de las primeras horas de la tarde…
LA MAGNA
Los sones a modo de bando, con una distancia considerable a la “cruz de guía”, corrieron a cargo de la agrupación musical de la Sentencia, embajadores de la música cofrade jerezana y que a su llegada a la Plaza de la Asunción estrenaron la marcha “Todo por María”, sin lugar a dudas nos deleitaron con un repertorio desde lo más novedoso a lo más clásico de las marchas de agrupación.
Con cinco minutos de adelanto llegaba la primera imagen de la Virgen María, en este caso Nuestra Señora de la Luz de la hermandad de la Resurrección, curiosamente será la última vez que esta imagen salga por las calles de Jerez, ya que la hermandad se encuentra inmersa en la sustitución de la imagen mariana.
Hermandades como La Sed, La Entrega, Salvación, Redención, Soberano Poder, Paz de Fátima, Pasión, Salud de San Rafael estrenaban a sus dolorosas bajo palio, de hecho se comenta por los mentideros del pleno de hermanos mayores, que estas hermandades han sido el verdadero motor de esta Magna Mariana -moviendo Roma con Santiago- para buscar un paso donde poner a su titular mariana por las calle de Jerez, el otro gran estreno o recuperación fue el de la Virgen de los Remedios de la hermandad del Amor, que tras más de cuarenta años sin un palio donde procesionar y adaptada al paso de misterio del Cristo del Amor, volvió a lucir con luz propia y no por la de su candelería precisamente -que también- ya que la mirada al cielo de la Virgen de los Remedios iluminó el rostro de todo aquel que la contempló en esa estampa histórica, bajo el majestuoso paso de palio de La Soledad, de la vecina localidad de El Puerto de Santa María.
La Magna empezó a discurrir a buen ritmo por donde nos encontrábamos parte del equipo de Cofradía Plus en la calle Lancería, pero a medida que iban transcurriendo los minutos, nuestro compañero desde Plaza de la Asunción nos auguraba un retraso considerable, ya que había muchas hermandades esperando en los alrededores de la plaza a que llegara la hermandad que les predecía, llegando esperar alrededor de una hora y veinte, insostenible para cualquier cortejo, cuadrilla o banda de música…
¿Qué ocurrió entonces? Pues que el orden de paso que tenía establecido esta solemne procesión Magna se fue al traste con lo que el entendimiento y saber que teníamos delante, sobre todo para los no jerezanos, se hizo como un juego de “adivina adivinanza” hasta que el paso no nos llegaba a una altura concreta en la que se podía adivinar de que Virgen se trataba. Creo desde mi punto de vista que el orden en este tipo de procesiones magnas o extraordinarias no se debe alterar, porque hablamos de treinta seis pasos en un orden prestablecido que ayuda a entender todo lo que nos pasa por delante, y le da sentido a las numerosas guías de la magna, como la editada de forma institucional por la Unión de Hermandades o la que los compañeros de prensa escrita han compartido a través de sus periódicos, web, etc.. Al final la anécdota de la Magna dentro de veinte años será “No le eches cuenta a la guía de la magna porque el orden se cambió por completo…”
Pero a pesar de los retrasos de una Magna que se extendió de las tres horas previstas a las cinco horas largas, para la gente que disfrutaba de un palco o silla -según que zona- lo pudo vivir al menos con un asiento donde descansar entre cortejo, parón y cortejo. Luego está la otra cara de la moneda y me refiero a los usuarios que le tocó en esos tramos sin música durante algo más de cinco horas, se le hizo un poco largo el paso de las 36 imágenes de la Virgen con sus correspondientes cortejos, bandas en absoluto silencio.
De la calidad musical vamos hablar poco, porque nos pareció brillante el nivel de todas las formaciones que acompañaron a todas las dolorosas, por poner un pero y raíz de ver videos en aras de hablar con propiedad, si hay algo que brilló por su ausencia fueron las marchas jerezanas dentro del recorrido oficial de la Magna, o por lo menos en el inicio del recorrido oficial, ya que muchas hermandades hicieron a gala las semanas previas al evento, que sus repertorios irían regados por machas de los compositores de la tierra Beigbeder, Andrés Muñoz etc..
La entrada en la plaza de la Asunción donde se encontraba toda la plana mayor, palco de autoridades, presidentes de los consejos de otras localidades -exceptuando a Francisco Vélez de Sevilla- detalle que no pasó desapercibido, estuvo amenizada solo con siete marchas jerezanas; Reina del Carmelo (2 veces), ¿Quién te vio y no te recuerda? Saeta Jerezana, Cristo de la Viga, Amargura, Cristo de la Expiración y Nuestra Señora de la Soledad, curioso que de treinta seis hermandades solo sonara 19,4% de marchas jerezanas. Donde nos encontrábamos nosotros a la altura de Lancería en la zona del “Gallo Azul” sonaron solo las composiciones “Virgen del Valle” de Beigbeder e “Himno de la Coronación de la Esperanza de la Yedra” de Paco Cepero. Solo las formaciones del Maestro Dueñas de El Puerto de Santa María y Nuestra Señora de Palomares de Trebujena, regalaron a todos los que presenciaron el recorrido oficial marchas de D. Germán Álvarez Beigbeder en todo ese tramo. También tengo que decir que en los recorridos de ida y vuelta si sonaron marchas jerezanas en todo su esplendor exceptuando “Al Santo Patrón” de D. German A. Beigbeder dedicada a San Dionisio, Patrón de Jerez
UN PALIO DE VUELTA
Sin lugar a dudas donde nos encontramos con la verdadera Semana Santa fue a la vuelta del recorrido oficial, donde el niño que llevamos dentro se reencuentra con esa nostalgia que invade nuestro pecho y nos lleva a las Semanas Santas de nuestra niñez, en la que tenemos ese recuerdo fugaz de la trasera de un palio que se aleja, una candelería encendida se asoma por una esquina y suena esa marcha que nos sobrecoge el alma, algo parecido vivimos con la Virgen del Mayor Dolor por la calle Tornería con los acordes magistrales de “Valle de Sevilla”, hicieron que la calle enmudeciera por completo, algo que costó ver durante la noche, ya que otra asignatura pendiente en el público que se encontraba viendo los palios en sus vueltas a casa fue “el silencio” y respeto que se merece la simpleza de escuchar todo lo que desprende un paso de palio cuando se acerca…
La otra cara de las vueltas fueron las plegarias, la espontaneidad de las palmas al compás de bulerías hacían que los palios se mecieran como los pies de Antonio “El Pipa” en las tablas del Villamarta, las cofradías y el flamenco va ineludiblemente ligados en Jerez de la Frontera, otras de los momentos de la Magna fue el que recrearon la cantaora “Felipa la del Moreno” y la artista “Reina Gitana” (al piano) a la llegada de la Virgen del Desamparo de la Hermandad del Prendimiento a la inmediaciones de la iglesia de Santiago, donde interpretaron una plegaria que empezó con los acordes de “Prendimiento” de la “Macanita” que dice así; “Prendimiento, Prendimiento, Prendimiento que Santiago tiene la llavesita del firmamento…” plegaria que le cantó la cantora jerezana en 2016 a la vuelta de la hermandad a la parroquia de Santiago once años después tras una profunda restauración. El barrio de Santiago fue testigo de numerosos encuentros de la Virgen María que se encontraban cara a cara en sus pasos de palios, al pasar por el epicentro del flamenco en Jerez.
El final de la Magna Mariana estuvo más allá de la Cruz Vieja, donde La Esperanza y El Valle se funden el Viernes Santo por la tarde, cuando una llega de recogida después de una larga noche en la que acaba con la Sentencia a muerte de su Hijo y la otra sale al encuentro del suyo ya Expirando en lo alto de San Telmo, la tarde del Viernes Santo.
La Esperanza de la Yedra fue de los grandes regalos de la Magna, sobre todo para el público foráneo, por eso la Esperanza siempre gana en cualquier sitio, Málaga, Huelva, Granada, Sevilla son claro los ejemplos de porque esta advocación tan nuestra nos pega el pellizco en el corazón de todo aquel que acude a su encuentro, como nos lo pegó Tomás Sampalo, su capataz, que le hablaba a la Virgen de la Esperanza a través de sus ojos y los de su hijo Pablo, que ya la tiene tan cerca, las últimas chicotás en la Yedra también tuvieron momentos para la plegaria, que volvió a ser protagonista al paso de la Esperanza, entre petaladas, vivas y oraciones.
Si hacemos balance de las luces y sombras, ganan las luces, porque no hubo una candelería que no luciera encendida con todo su esplendor, ni tampoco un paso de palio que llegara solo a su templo y estoy por seguro de que había mucha gente necesitada de la Virgen en ese preciso instante cuando le pasaba por delante. Ya nadie se acuerda de la dichosa app para comprar las sillas, del gran cuello de botella que fue el empezar la Magna en Plaza de la Asusnción, de los parones, del que se tragó la procesión “en Silencio” desde la agrupación musical de la Sentencia hasta la Banda de Música de la Cruz Roja de San Fernando (Ahora Maestro Agripino), de los pasos de peatones y como se han convertido en la gran asignatura pendiente de la carrera oficial de la Semana Santa de Jerez, quién sabe, lo mismo no es compatible el actual modelo de carrera oficial para este siglo, pero eso es otra historia.
Dicen los entendidos del mundo cofrade jerezano, de que la Magna del Sábado Santo del año 2000 catapultó la Semana Santa de Jerez hasta nuestros días, que debido a las determinaciones que se tomaron en ese momento, fue un revulsivo a la hora de mirar al futuro, quizás estamos delante de una evolución que puede llevar a Jerez a que muchos cofrades se pierdan en los días de su Semana Santa, en las vueltas de la Catedral y se rompa ese equilibrio apacible y con poco público de ver cofradías en Jerez, el tiempo nos dará o nos quitará la razón, lo que está claro que el lema de la Magna ha servido para que después de estas luces y sombras, siempre encontremos la Salvación en la Santísima Virgen María…
¡SPES NOSTRA SALVE!