Cuarenta días

OPINIÓN || Muchos realizaremos el rito como si de ello dependiera la celebración de la Semana Santa
Naranjo con flor de azahar || ARCHIVO
Flor de Azahar || ARCHIVO

Llegó como la que no quiere molestarnos. Respetando los días que aún queda de carnaval en la vieja ciudad detrás de las murallas. Llegó con la imposición de las cenizas. Es sin duda el tiempo donde las tardes suelen alargarse. Empezamos a estar más contentos y el abrigo nos sobra por momentos. Aunque llegue en un día lluvioso, sabemos lo bueno que nos traes. Nos traes un cartel que anuncia que se hacen “Capirotes”. El remover los altillos, para buscar las túnicas que duermen en sueños de telas y bolas del alcanfor. Los días vienen cargados de actos sin huecos en el calendario. Nos traes sus postres en cualquier sobremesa. ¿Eres de torrijas o de roscos?. Hoy nos trae a María con ropajes de hebrea, desde pureza hasta la vieja muralla. Nos traes la vigilia de los viernes. Un besapiés de largas colas. Los ensayos de las cuadrillas. Las largas noches de tertulias. Un pregonero «encuaresmando» y dando los últimos retoques a su pregón. Conseguir un buen programa con los horarios. Una abuela remendando el hábito nazareno. El primer naranjo con azahar. Recoger los abonos de la carrera oficial. Las priostías sin descanso. Los artesanos ultimando el estreno del año. Se descuelgan los cirios de la puntilla y el palo. Se adornan escaparates. Buscas los zapatos más cómodos. El quinario, el septenario y la función. La afinación de las bandas. Las compras de últimas de hora. La pasión de un domingo. Las mudás que inundan el centro de la ciudad. Los barrios que no falten los barrios. Los nervios del diputado de mayor de gobierno. La víspera de los días grandes. Mirar en que tramo vas en los tablones. Dolores de un viernes que son menos dolores. Ese nudo en el estómago. El estreno para que no se te caigan las manos. Esta será la Cuaresma de muchos y de otros tantos. Pero siempre rebosará en una nueva Semana Santa.