En estos especiales que os traemos en nuestra web nos centramos en la historia, devoción y reseñas de la imágenes que van a venir a Sevilla y las que residen en la capital andaluza para presenciar la Solemne Procesión de clausura del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular.
Hoy empezamos con Nuestra Señora de Consolación de Utrera, una imagen que cuenta con una larga tradición desde la antigüedad y que comenzó a raíz de la epidemia de peste babónica que azotó al país y originó que en 1649 se fundara la Hermandad.
Esta hermandad fue protagonista de la romería antigua y más importante de España, una época en la que a Utrera llegaban para su romería personas procedentes de todos los rincones cada 8 de septiembre, una devoción que fue in crescendo hacia a la Virgen y traspasó fronteras, cruzó los mares y se convirtió en una de las advocaciones más conocidas del continente americano.
El fervor y la devoción popular a la Virgen de Consolación se tradujo en una multitudinaria romería que llegó a contar con una afluencia de más de treinta mil personas en una época en la que España apenas contaba con seis millones de habitantes.
La Virgen de Consolación es una talla pequeña de virgen sedente de estilo tardobizantino, que se remonta a finales del siglo XIV, aunque se modificó su apariencia externa para adaptarla a los gustos del barroco imperante en la baja Andalucía. Sin embargo a pesar del cambio que sufrió la Virgen a una posición erguida y revestida de ricas telas, no mermó la gran devoción centenaria que recibía desde los comienzos de su veneración en esta campiña situada en el suroriental de la provincia de Sevilla.
El Rey Carlos III en el siglo XVIII prohibió su romería debido a los altercados y desordenes públicos que se producían alrededor de la Romería de la Virgen, dado que se citaban un número importante de romeros y visitantes en un lugar de tan reducido tamaño. A raíz de esta prohibición es cuando comienza la historia de la Patrona de Utrera, de una forma más local, sin romerías pero con un profundo arraigo en su ciudad y la de miles de visitantes que otras localidades que acuden diariamente a su Santuario. En el primer aniversario de su Coronación Canónica, un 1 de mayo de 1965 se retomó la tradición, es por ello que todos los 8 de septiembre desde primeras horas de la madrugada hasta bien amanecido el día, llegan procedentes de diferentes pueblos de la campiña, grupos de peregrinos andando, para visitar a la Patrona de Utrera
CORONACIÓN CANÓNICA
La Coronación Canónica de la Virgen de Consolación tuvo lugar el 1 de mayo de 1964,siendo un acontecimiento histórico que marcó un antes y un después en la vida devocional de Utrera. Curiosamente este histórico acontecimiento ocurrió treinta días antes de que se coronará la segunda Dolorosa en Sevilla, como fue la Esperanza Macarena, coronada en la S.I Catedral el 31 de mayo de ese mismo año.
NOVENA EN SU HONOR
En la ciudad de Utrera cuando se va despidiendo el mes de agosto el aire empieza a cambiar y eso lo notan sus vecinos, el día de 30 de agosto comienza la Novena en honor a Nuestra Señora de Consolación Coronada, estos cultos, que se celebran anualmente, constituyen uno de los eventos religiosos más importantes de Utrera y congregan a un gran número de fieles. El Santuario de Consolación se consagra, como centro de peregrinación y lugar de encuentro con la Santísima Virgen.
PROCESIÓN DE CLAUSURA
Nuestra Señora de Consolación Coronada procesionará el 8 de diciembre en el quinto lugar, justo después de la Virgen de Valme y anterior al Santísimo Cristo de la Expiración (El Cahorro), al acabar su recorrido oficial en paseo de Colón, iniciará su procesión triunfal de regreso a la Iglesia de Nuestra Señora de Consolación, vulgo Los Terceros, sede canónica de la Hermandad de la Sagrada Cena.
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