Ayer 6 de abril, la Hermandad de la Estrella realizó un culto extraordinario en la Real Parroquia de Santa Ana para celebrar los 350 años de la fusión de la Hermandad de la Virgen de la Estrella con la Hermandad de Jesús de las Penas. 350 años de historia común llena de altibajos que le han otorgado el sobrenombre de “La Valiente”.
La Hermandad de la Estrella se fundó en el Convento de la Victoria en 1560, uniéndose en 1603 a la de San Francisco de Paula del mismo convento. Años más tarde, en 1644 y en el ya mencionado convento, se funda la Hermandad del Santo Cristo de las Penas, Triunfo de la Santa Cruz y Amparo de María Santísima. Esto fue el inicio de la corporación actual, ya que estas dos hermandades unirían sus caminos en 1674 para dar culto a la imagen de María Santísima de la Estrella, atribuida a la “Roldana” y a Nuestro Padre Jesús de las Penas realizado en 1655 por José de Arce, haciendo estación de penitencia a la Parroquia de Santa Ana acompañados de un tercer paso conformado por una cruz montada en un mundo rodeado por una serpiente con una manzana en la boca. Delante, una imagen de María con una calavera a su lado acompaña esta cruz que va además adornada por sendas palmas a sus lados y una corona de laurel en el centro.
Fueron más de uno los incendios y destrucciones que la corporación trianera vivió en su sede fundacional, sufriendo por primera vez esta desgracia en 1704, cuando la Iglesia y el Convento de la Victoria fue arrasado en un incendio salvándose únicamente la capilla de esta Hermandad, siendo lugar de culto de la feligresía hasta que en 1707 se terminó la reconstrucción de la iglesia. Un siglo más tarde volverían a sufrir la destrucción y el saque de su templo debido a la invasión francesa, trasladando sus titulares a otra capilla para mantenerlos a salvo. En 1838, se fusionan con la cofradía de las Santas Justa y Rufina y se trasladan a su nueva sede, la entonces Iglesia de San Jacinto, trasladando a los titulares finalmente en 1849. En 1898, Jesús de las Penas traspasa fronteras al ser las primeras imágenes cinematográfica de nuestra Semana Santa realizadas por sus inventores: los hermanos Lumière.
Jueves Santo de 1932, la situación política en España afecta directamente a la Semana Santa sevillana, y la Hermandad de la Estrella fue la única en realizar estación de penitencia el Jueves Santo ganándose el apodo que hoy en día sigue utilizándose: la Valiente. Unos años después, en plena Guerra Civil, se vieron obligados a ocultar la imagen de la Estrella en la casa particular de un hermano hasta en dos ocasiones, salvándola del destino fatal que sufrieron otras tantas devociones sevillanas. En el año ’76, trasladan su sede a la Capilla erigida en su Casa Hermandad saliendo el Domingo de Ramos de San Jacinto para llegar esa misma madrugada directamente a su sede. La Hermandad termina el siglo XX por todo lo alto, con la Coronación Canónica de María Santísima de la Estrella Coronada, celebrando este 2024 la efeméride del 25 aniversario de la misma con una extraordinaria de ida y vuelta a la Catedral en los días 31 de octubre y 2 de noviembre con una misa conmemorativa en la Solemnidad de Todos los Santos.
En la tarde de ayer, los titulares de la Estrella se trasladaron a la Real Parroquia de Santa Ana para celebrar una Función Solemne por el 350 Aniversario de la fusión de las Hermandades de la Estrella y de las Penas coincidiendo además con la festividad de San Francisco de Paula titular también de la corporación. Para, tras la función, regresar a su capilla. Durante ambos traslados, el Señor iba en silencio y la Virgen acompañada del coro de la Hermandad dejando una bella estampa para el recuerdo de sus hermanos.
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