Tienen su origen en las antiguas seguidillas y entre vueltas, cruces y volantes se han abierto un hueco en el corazón no solo de muchos españoles sino también de extranjeros, siendo uno de los bailes más enseñados fuera de nuestra tierra. El nacimiento de las sevillanas modernas se ubica a finales del siglo XIX, coincidiendo con el surgimiento de la Feria de Abril. Están conformadas por 4 partes coreografiadas, detalle que la separa del resto de palos del flamenco.
La historia está llena de oraciones y canciones religiosas que suenan muy bien en una Iglesia pero nuestra forma de ser reclamaba una forma de rezarle a Dios y a su bendita Madre más a “la andaluza” y las sevillanas se convirtieron en una forma de mostrarle nuestra enorme devoción a Nuestro Padre Jesús. Los grandes grupos del Siglo XX mostraron su cariño al Santísimo con sevillanas que hoy en día, a pesar de que su sentido cristiano ha quedado un poco escondido, siguen resonando en casetas y romerías. Los Romeros de la Puebla, Amigos de Gines y Cantores de Híspalis son grandes ejemplos de ello con sevillanas como ‘Cachorro’, ‘Pregón y Latidos de Sevilla’ y la sevillana que da nombre a este artículo.
Mención aparte merecen nuestros vecinos almonteños, y es que la Blanca Paloma ha sido protagonista desde hace más de un siglo de grandes sevillanas, demostrando el folclore de su romería y su gran relación con Sevilla. La Raya y la Ermita son escenario de innumerables sevillanas, los Romeros de la Puebla, los Marismeños, Ecos del Rocío, los coros de las distintas Hermandades filiales y muchos más han mostrado su devoción a la patrona de Almonte con sevillanas como ‘No puede ser rociero’, ‘Cruzando el Quema’ y ‘Otra Vez’.
Un ejemplo más de que hay mil formas de rezar, desde arrodillados ante el Santísimo hasta cantando con una guitarra en una romería, pasando por una saeta en un balcón en Cuna. Lo que si que no hay lugar a dudas es que Sevilla es la gloria de los cielos, y si alguien te contesta y te dice que es mentira, que le pregunten al Gran Poder, Él por qué vive en Sevilla.
